El Bolson***

«He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él»

Mark Twain

azucar

Llegué al El Bolson al mediodía y desde el primer momento me dí cuenta de que esta ciudad tenia algo especial. Nada más llegar fui a la oficina de turismo para preguntar cuales eran los hosteles donde podría dormir y lugares que tenia que visitar. En Salta una pareja alemana me había recomendado la casa del viajero como un lugar muy especial. Cuando me propusieron las diferentes posibilidades de hosteles, bastantes de ellos con buena pinta, no dude en elegir la casa del viajero recordando lo que me habían dicho los alemanes. Acerté.

Agustin Porro, no es ninguna broma, se apellida así, es un hippie de 50 años que se instaló en los años 80 con su mujer Laura en el Bolson y que tiene una preciosa casa bastante alejada del centro, al borde del río. Agustin vino a buscarme en su viejo coche al centro para llevarme a su casa y en seguida tuve buen feeling con él. Cuando en los años 80 mucha gente viajera pasaba por su casa decidió construir una casa a parte para los viajeros que pasaban por ahí. Poco a poco se fue convirtiendo en un negocio así como en su «modus vivendis». Antes había viajado con su mujer durante 10 años por Latinoamérica hasta acabar asentándose en tan bello lugar.

cabaña

El Bolson se encuentra enclavada en un valle de la cordillera de los andes, cerca de la frontera con Chile y rodeada de lagos, teniendo una población de menos de 20 000 habitantes. En los años 80 hubo una oleada de hippies que llegaron aquí y se instalaron, integrándose perfectamente con los lugareños, de los cuales muchos también se hicieron hippies. Por lo tanto además de ser una ciudad tranquila, pequeña y pacifica tiene un colorido especial al haber tanto hippie, artesano, artista..etc..

paisaje

Además de ofrecer habitaciones en un lugar precioso, la casa del viajero cuenta con una huerta orgánica donde Agustin cultiva todo tipo de legumbres… y que si quieres puedes utilizar para comer, aunque en este caso no era la época y estaba en plena faena de reconstrucción y de plantación de la huerta. La casa que tiene acondicionada para sus “huéspedes” es una casita preciosa, donde en su planta baja tiene la cocina comedor y sala de estar y arriba las sencillas pero cómodas camas.

No he encontrado un sitio más acogedor en todo el viaje. El Bolson y la casa del viajero representan ante todo tranquilidad. Pasar unos días allí es estar como en casa, diferente al resto de hosteles donde he estado, en los cuales a pesar del buen rollo siempre hay alguien controlando el hostel. En esta casa Agustin deja estar al huésped tranquilo, si acaso hace una visita por la mañana y otra por la tarde para ver si todo va bien, al igual que su mujer y su hermana que se encargan de la limpieza de la casa.

Aquí tuve la suerte de conocer a dos francesas con las que compartí 4 maravillosos días en la casa del viajero. Nos hicimos realmente amigos y pasamos los días juntos, viviendo como en una pequeña familia, así que no puedo mas que agradecer desde aquí a Maïwenn y Aline por los 4 días de buena conversación, música y alegría que viví con ellas.

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Pero no solo hay que ir a El Bolson por visitar la casa de Agustín. Esta pequeña ciudad a pie de las montañas en un lugar bello, tranquilo y sosegado donde los artesanos, hippies y lugareños forman una comunidad tranquila y desarrollada y donde habría podido quedarme varios días mas.

Uno de los días fuimos a ver el bosque tallado, un lugar mágico en medio de las montañas, donde escultores de la zona han tallado los troncos de los árboles que un incendio destruyó. Tuvimos la suerte de subir el día después de un temporal de nieve, con lo que las esculturas estaban recubiertas por el «arte de la madre tierra» en forma de nieve. El espectáculo fue impresionante y pasamos la mañana recorriendo este maravilloso lugar.

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Pasamos una mañana disfrutando de este bosque mágico en medio de las montañas y contemplando las pintorescas esculturas. Al día siguiente conocería a uno de los escultores que mas me gustó y con el que charlé amigablemente en el mercado artesanal del pueblo.

El Bolson también es conocida por su cerveza artesanal así que vistamos una de las fabricas que hay en la ciudad , descubriendo el proceso de elaboración de la cerveza, desde el molido de la cebada hasta la obtención del preciado jugo de esta que por supuesto nos vimos obligados a probar para terminar con la visita.

El mercado artesanal se hace tres veces por semana y es otra de las cosas que uno no puede perderse. A día de hoy estoy muy acostumbrado a ver artesanía, ya que esta inunda las calles latinoamericanas, así que no puedo decir que me pareciera espectacular, pero sin embargo si me pareció un mercado especial. La mayoría de los mercados están llenos de hippies y este lo esta aun mas por esta famosa oleada que hubo en los 80 y la mayoría de la gente que expone aquí pertenece a esa gran familia que invadió el pueblo en su día.

Mas que el mercado en si, lo mas interesante de este es pararte a hablar con ellos y escuchar sus historias sobre la vida y los viajes que muchos realizaron antes de asentarse allí. Pasarse una mañana charlando con esta gente vale la pena, sin querer desmerecer sus obras que por supuesto que también son dignas de elogio.

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Además de la cerveza y del chocolate, maravilloso también en el bolsón, lo más interesante es caminar alrededor de las montañas y de los lagos. Uno de los circuitos, el de la cabeza del indio y de la casada escondida, esconden un montón de sorpresas y es el único que puedo decir que hice realmente bien.

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Lo hice con un Suizo que vino el ultimo día e hicimos un día de buena marcha contemplando desde la altura la fabulosa vista del valle que acoge a esta entrañable ciudad.

El Bolson quedará en mi recuerdo como una pausa en mi viaje, un encuentro con un lugar maravilloso personificado en la casa del viajero y la satisfacción de haber encontrado a gente que realmente vale la pena.

portada

MAS FOTOS EL BOLSON

~ por vagabundeando976 en octubre 27, 2007.

4 respuestas to “El Bolson***”

  1. Qué hermosa descripción de El Bolsón y de tus vivencias y sensaciones en él!
    Yo soy de allá, y realmente siento que escribiste con mucha precisión y, lo mejor: muy bellamente.
    Gracias!

  2. Yo Tambièn estuve en la casa de Agustin, coincido con toda tu descripciòn. Los dìas que permanecimos allì son inborrables, espero pronto volver a este maravilloso lugar.

  3. que te puedo decir…maestro,amigo,buen tipo,hermosa familia,generosidad,alegria,respeto…amor!! por sobre todas las cosas…te quiero con todo mi corazon.laura quiñonez.

  4. Soy Agustin Porro,español, me gustaria saber si reálmente te apellidas así.
    Un abrazo

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